Música en México en la Época Revolucionaria.

A principios del siglo XX y antes del 20 de Noviembre de 1910, México vivió musicalmente influenciado por la música europea. La Producción de la música mexicana fue escasa. Los Compositores e interpretes mexicanos, formados en el estilo romántico, produjeron obras que más bien eran copia o imitación de la música europea, pero no reflejaban su propia personalidad musical. Durante esta etapa se produjeron Valses, Danzas de salón, Gavottas, Marchas, Romanzas, Fantasías, Capriccios y en general todos los estilos de Música de Cámara y la mayor parte de estas composiciones eran para piano solo. De los compositores mexicanos de esta época los más destacados son: Gustavo E. Campa, Ernesto Elurduy y Juventino Rosas Cadenas.

Las convulsiones populares, originadas por la Revolución y la lucha por el poder, influyeron para que se suspendieran las actividades musicales en el país. Cuando torna la calma, se fundan en la Ciudad de México academias de piano, violín y canto y en algunos estados se fundan Conservatorios de Música. En esta etapa se inicia en México el Movimiento Nacionalista, introducido en el país por Manuel M. Ponce e impulsado por el primer Secretario de Educación Publica José Vasconcelos. Otro músico sobresaliente de esta época es José Rolón

Esta es la etapa más importante en la historia de la música mexicana, ya que en ella se reorganiza el Conservatorio Nacional de Música, se funda la Orquesta Sinfónica de México (hoy Orquesta Sinfónica Nacional) en 1928, siendo su director el maestro. Carlos Chávez; Julián Carrillo descubre el Sonido 13; Los músicos, cantantes, compositores y directores de orquesta mexicanos, ocupan un lugar importante a nivel internacional, como por ejemplo los compositores Silvestre Revueltas, Candelario Huizar, Luis Sandi, José Pablo Moncayo, Blas Galindo Dimas, Miguel Bernal Jiménez, Carlos Jiménez Mabarak, Mario Lavista y Daniel Catán; En el Bel canto destacan las sopranos Irma González, Ernestina Garfías, Violeta Dávalos, Rosario Andrade, las mezzosopranos Oralia Domínguez, EncarnaciónVázquez, María Luisa Tamez, Ana Caridad Acosta, la contralto Fanny Anitúa, los tenores José Mojica, Francisco Araiza, Alfredo, José Guadalupe Reyes, Jorge López-Yañez, Fernando de la Mora y Ramón Vargas, los barítonosGuillermo Sarabia y Jesús Suate y el bajo Rosendo Flores, por mencionar algunos; En el rubro de la dirección Orquestal destacan, Luis Herrera de la Fuente, Eduardo Díaz Muñoz, Eduardo Mata (Finado), Enrique Batiz, José Guadalupe Flores, Enrique Patrón de Rueda y Enrique Diemecke.

jueves, 31 de marzo de 2011

Lista de Canciones.

La Adelita
El Desterrado
Corrido del Norte
Corrido de Cananea
La Cama de Piedra
Maria la Bandida
Soldado de Levita
Heraclio Bernal
Alla en el Rancho Grande
La Rielera
El Adios del Soldado
Pajarillo Barranqueño
Polka Revolucionaria
La Toma de Torreón
Lamarieta
La Valentina
La Cucaracha
El Siete Leguas
Carabina 30-30
Benjamin Argumedo
Bala Perdida
Jesusita en Chihuahua
Cuatro Milpas
Me He de Comer Esa Tuna
La Toma de Zacatecas
Gabino Barrera
Rosita Alvirez
La Tumba de Villa
La Marcha de Zacatecas.

...Estos son algunos de los títulos musicales más destacados en música revolucionaria mexicana. Pero debido a la fama que han obtenido estas canciones que en casi su totalidad son corridos (Es una forma musical y literaria popular del área cultural contemporánea mexicana. Derivado a lo largo del siglo XVIII del Romance, entre otras formas populares traídas de Europa, en su forma mejor conocida consiste de:
1.                Un saludo y presentación del cantor y prólogo de la historia;
2.                Desarrollo de la anécdota;
3.                Moraleja y despedida del cantor.
4.                Debe tener de 8 silabas en adelante), tienen varios autores vocales.


La Adelita.



En lo alto de una abrupta serranía
acampado se encontraba un regimiento
y una moza que valiente lo seguía
locamente enamorada del sargento.
Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba
que además de ser valiente era bonita
que hasta el mismo coronel la respetaba.
Y se oía que decía
aquel que tanto la querí…
Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar.
Si Adelita quisiera ser mi esposa,
y si Adelita ya fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
Y después que terminó la cruel batalla
y la tropa regresó a su campamento
por la vez de una mujer que sollozaba
la plegaria se oyó en el campamento.
Y al oírla el sargento temeroso
de perder para siempre su adorada
escondiendo su dolor bajo el reboso
a su amada le cantó de esta manera…
Y se oía que decía
aquel que tanto se moría…
Y si acaso yo muero en la guerra,
y mi cadáver lo van a sepultar,
Adelita, por Dios te lo ruego,
que por mí no vayas a llorar.

El Desterrado
Desterrado me fui para el muey,
desterrado por el gobierno y al año volví
por aquel cariño inmenso; me fui con el fin

de por allá quedarme,
sólo el amor de esa mujer
me hizo volver
!Ay!, que noches tan intranquilas
paso en la vida sin ti.

ni un pariente ni un amigo
ni quien se acuerde;
me fui con el fin
de por allá quedarme,
sólo el amor de esa mujer
me hizo volver.

Corrido del Norte.


Nací en la frontera de acá de este lado,
de acá de este lado puro mexicano,
por más que la gente me juzgue texano
yo les aseguro que soy mexicano,
de acá de este lado.

Porque uso de lado el sombrero vaquero
y fajo pistola y chamarra de cuero,
y porque acostumbro el cigarro de hoja,
y anudo en el cuello mi mascada roja,
me creen otra cosa.

Yo no fui uno de aquellos dorados de Villa,
de os que no damos valor a la vida,
de los que morimos amando y cantando,
yo soy de ese bando.

Yo tuve por novia una joven bonita,
la tropa le puso por nombre Adelita,
virtuosa y sumisa regalaba flores
y nos alegraba cantando canciones,
canciones de amores.

Fue la Valentina mi fiel soldadera
y por decidida llegó a coronela,
curó con sus manos mis pocas heridas,
me fue inseparable por toda la vida
mi fiel Valentina.

Por una coqueta perdí la cabeza,
por una coqueta llamada Marieta,
fue amante de toda, de toda la tropa,
por eso la quise por loca y coqueta,
mi linda Marieta.

Cananea.



Voy a dar un pormenor

De lo que a mi me ha pasado,

Que me han agarrado preso

Siendo un galla tan jugado.

 

Yo me fui para Agua Prieta

A ver quien me conocia

Y a las once de la noche

Me aprehendio la policia.

 

Me aprehendieron los gendarmes

Al estilo americano,

Como un hombre de delito,

Todos con pistola en mano.

 

La carcel de Cananea

Esta situada en una Mesa

Y en ella fui procesado

Por causa de mi torpeza.

 

Despedida no la doy

Porque no la traigo aqui

Se la deje al santo nino

Y al senor de Mapimi

 

La Cama De Piedra


¡De piedra ha de servicios de la cama
De la piedra cabecera
La mujer Que A Mi Me Quiera
Me ha de querer de a de veras
Ay, ay, porqué corazon no me amas

Subi al estilo de sala del crimen
Le pregunte al presidente
Que si es quererte crime
Que me sentencien una Muerte
Ay, ay, porqué no amas corazon

El día que una mi me maten

Que el mar de Cinco Balazos
Y ESTAR cerquita de ti
Para Morir En Tus Brazos
Ay, ay, porqué no amas corazon

Por caja quiero un sarape
Por cruz de mis Dobles Cananas
Y escriban sobre mi tumba
Mi ultimo adios Con mis balas
Ay, ay, porqué no amas corazón.

María la Bandida.


Este es el corrido, de María Mendoza

Que trae en la historia, la ley de la vida
Este es el corrido de una hembra preciosa
Que todos conocen como “La Bandida”
No sabe ni entiende de cosas de amores
Sus ojos grandotes, no expresan cariño
Quien sabe si tuvo muchas decepciones
Quien sabe lo negro que fue su destino
María, María, María La Bandida
Su pelo sedoso, refleja la muerte
Y en sus labios rojos, hay una mentira
Con ella se gana, o se pierde la vida
Por algo le llaman, María La Bandida
María, María, María La Bandida

No tiene la culpa de ser tan bonita
Las hembras la envidian, la siguen los hombres
Le gustan los gallos, le gusta el tequila
Pero más le gusta, romper corazones
Tal vez con el tiempo, se entregue a la buena
Tal vez con el tiempo, su orgullo se doble
Hay quien le haya visto, llorando una pena
Y el llanto en la vida, es de gente noble
María, María, María La Bandida
Su pelo sedoso, refleja la muerte
Y en sus labios rojos, hay una mentira
Con ella se gana, o se pierde la vida
Por algo le llaman, María La Bandida.

El Soldado de Levita.


Soy soldado de levita
De esos de caballería
De esos de caballería
Soy soldado de levita
Y me incorporé a las filas
Por una mujer bonita
Por una mujer bonita
Que alumbró la vida mía
Corazón apasionado
Disimula tu tristeza
Disimula tu tristeza
Corazón apasionado
Que el que nace desgraciao
Desde la cuna comienza
Desde la cuna comienza
A vivir martirizado
Al pie de una malva en rosa
A una viuda enamoré
A una viuda enamoré
Al pie de una malva en rosa
Y me dijo la graciosa
No puedo, me duele un pie
Pero si es para otra cosa
Aunque sea cojeando iré.

El Corrido de Heraclio Bernal.

El Corrido de H. Bernal.

Año de mil ochocientos,
noventa y dos al cantar,
compuse yo esta tragedia
que aquí les voy a cantar.
Estado de Sinaloa
gobierno de Mazatlán
donde daban diez mil pesos
por la vida de Bernal.
Dijo doña Bernadina:
–Ven, siéntate a descansar,
mientras traigo diez mil pesos
pa’ poderte reemplazar.
Oigan amigos qué fue
lo que sucedió:
Heraclio no tenía armas,
por eso no les peleó.
Desgraciado fue Crispín
cuando lo vino a entregar,
pidiendo los diez mil pesos
por la vida de Bernal.
Agarró los diez mil pesos,
los amarró en su mascada,
y le dijo al comandante:
–Prevéngase su Acordada.
–Prevéngase su Acordada
y escuadrón militar,
y váminos a Durango
a traer a Heraclio Bernal.
Les dijo Heraclio Bernal:
–Yo no ando de robabueyes,
yo tengo plata acuñada
en ese Real de los Reyes.
Adiós muchachas bonitas
transiten por donde quieran,
ya murió Heraclio Bernal,
el mero léon de la sierra.
Adiós indios de las huertas
ya se dormirán agusto,
ya no hay Heraclio Bernal,
ya no morirán de susto.
Ya con ésta me despido,
no me queda qué cantar,
éstas son las mañanitas
de don Heraclio Bernal.

Allá en el Rancho Grande.




Allá en el rancho grande,
allá donde vivía,
había una rancherita,
que alegre me decía;
que alegre me decía:
 
Te voy a hacer tu camisa
como la que usa un ranchero
con el cuello a media espalda
y las mangas hasta el suelo.
 
Allá en el rancho grande,
allá donde vivía,
había una rancherita,
que alegre me decía;
que alegre me decía:
 
Te voy a hacer tus calzones
como los que usa un ranchero
(¿Y luego?
) te los comienzo de lana
y te los acabo de cuero.
 
Allá en el rancho grande...
 
El gusto de las rancheras
(¿Cuál es?)
Es usar su buen calzado,
y ponérselo el domingo
cuando bajan al poblado.
 
Allá en el rancho grande...
 
El gusto de los rancheros
(¿Cuál es?)
Es tener su buen caballo, (¿Y luego?)
Apretarle bien la silla
Y correrlo por el llano.
 
Allá en el rancho grande...
 
El gusto de las rancheras
Es tener su buen comal,
Echa unas gordas largas
Y gritarle al gavilán.
 
Allá en el rancho grande...
 
El gusto de las rancheras
(¿Cuál es?)
Es bajar el agua al pozo
(¿Y luego?)
A platicar con el novio
Y estar mordiendo el rebozo.
 
Allá en el rancho grande...
 
Me enamoré de un ranchero
Por ver si me daba elotes,
Pero el ingrato ranchero
No me daba más que azotes.
 
Allá en el rancho grande...
 
El gusto de las rancheras,
(¿Cuál es?)
Es comprarse un buen chomite,
Y sentarse por las tardes
Con su cazuela de esquite.